La calefacción y el enfriamiento son esenciales no solo para su comodidad, sino también para su factura de servicios públicos: el hogar promedio dedica el 48% de sus gastos de electricidad a la climatización. Si desea ahorrar dinero en costos de energía, aprender cómo ajustar mejor su termostato es un gran tema con el cual podemos comenzar.
La cifra más recomendada para establecer como temperatura ambiente perfecta es 75 grados. Sin embargo, su comodidad puede verse afectada por factores distintos a la temperatura, como los siguientes: la época, la humedad, la ropa que usa y qué tipo de actividad realiza. Tenga en cuenta que no existe una temperatura “perfecta” para su hogar porque no todos nos sentimos confortables a la misma temperatura. Indudablemente, es una buena idea experimentar con su termostato y conocer mejor qué le favorece a su estilo de vida, pues cambios pequeños en la temperatura pueden resultar en cambios importantes en el ahorro de energía.
En el verano
A todos nos encanta llegar a la casa y recibir una brisa de aire frío en un día sofocante, pero rara vez vale la pena debido al alto costo de la factura de electricidad. En el verano, por cada grado que sube su termostato por encima de los 72 grados, puede ahorrar hasta un 3% en su factura de servicios públicos. Cuanto más cerca esté su casa de la temperatura exterior, mejor.
Entonces, ¿cómo hacer esto sin sacrificar su comodidad? Trate de aumentar la temperatura en su termostato un grado a la vez y luego deje que su cuerpo se acostumbre al cambio. Lo más probable es que pueda elevar la temperatura por lo menos unos cuantos grados sin que note ninguna molestia. Si lo desea, establezca su objetivo en 78 grados: esto es todavía bastante frío como para aliviar de forma grata el calor del verano, pero no sobrecargará su aire acondicionado.
Si puede tolerar temperaturas aún más altas, hágalo. En el verano, puede ahorrar entre 6% y 8% en su factura de electricidad por cada grado que sube su termostato por encima de los 78 grados. Si esto es demasiado caliente para sentirse cómodo, puede mantener la casa fresca mientras estás en casa y ahorrar energía cuando sale. Mientras esté lejos de casa por periodos largos (4 o más horas), considere permitir que la temperatura suba hasta los 88 grados.
En el invierno
La misma lógica aplica también en los meses más fríos: cuanto más cerca esté la temperatura interior a la exterior, menos dinero gastará. Si su termostato por lo general se encuentra a 72 grados, intente bajarlo de forma gradual a 68 grados. Los estudios demuestran que existe poca diferencia en la comodidad de la mayoría de la gente entre estas dos temperaturas y cada grado que baja su termostato le ahorra entre 1% y 3% en su factura de electricidad. Recuerde que la ropa también importa: Un suéter grueso equivale a 4 grados de calor añadido, por lo que vale la pena arroparse.
Hablando de arroparse: si tiene mantas gruesas y cálidas, también puede bajar el termostato de 10 a 15 grados mientras duerme. Si mantiene la temperatura baja durante 8 horas al día, ahorrará entre un 5% y un 15% en su factura total de electricidad.
Como un beneficio adicional, las temperaturas nocturnas más frescas le ayudarán de más formas además de solo bajar su factura de servicios públicos: “dormir en frío” acelera su metabolismo y también le ayuda a dormirse más rápido.
Termostatos programables
La mayor parte de estas recomendaciones implica cambiar la temperatura del termostato a lo largo del día. Si tiene un termostato manual, sin embargo, este grado de mantenimiento puede parecer una molestia. Una solución es adquirir un termostato inteligente o programable. Puede configurarlo para que la temperatura aumente o disminuya de forma automática en determinadas horas del día, como cuando está en el trabajo o mientras duerme. Con un termostato programable, no pasará por ese corto periodo de malestar mientras espera a que su termostato se ajuste a una temperatura cómoda. En su lugar, puede programar su sistema de HVAC para que inicie un poco antes de despertar o llegar a casa. De esa manera, su casa tendrá la temperatura perfecta cuando llegue.
Esperamos que estos consejos le ayuden a utilizar su termostato de forma inteligente sin importar la época. Recuerde: la comodidad es la clave, pero no debe sacrificar su factura de servicios públicos.