Generalmente, la electricidad que usted recibe es proporcionada por una compañía eléctrica que instala un medidor analógico tradicional en alguna parte de su casa para registrar el consumo eléctrico. La función principal de estos medidores es registrar la cantidad de electricidad que se utiliza, luego estos son analizados por alguien de la compañía eléctrica y le envían una factura mensual equivalente a su consumo.
Sin embargo, las empresas eléctricas han comenzado a reemplazar los medidores analógicos tradicionales por “medidores inteligentes”. Actualmente, hay más de 50 millones de medidores inteligentes instalados en Estados Unidos, y ese número está en aumento. Todo esto es parte de la inversión en Smart Grid (red de suministro eléctrico inteligente) del gobierno federal, la cual tuvo un costo de $ 3.4 mil millones en 2009. Se espera que 132 millones de medidores inteligentes se instalen en los Estados Unidos para el 31 de diciembre de 2020. Esta será una inversión total de casi $ 9 mil millones.
Hay algunas diferencias entre los medidores analógicos y los inteligentes:
Medidor analógico | Medidor inteligente |
---|---|
Requiere de la lectura de un empleado de la compañía eléctrica cada mes. | Proporciona lecturas diarias, horarias e incluso por minuto a la compañía encargada del servicio eléctrico. |
Necesita de una configuración anual para mantener la exactitud. Si el medidor no está bien configurado puede retrasar y reducir el monto de sus facturas. Aunque esto parezca una ventaja, una vez que la compañía detecta lo que está sucediendo, ajusta el medidor y calcula cuánto dinero ha perdido (basándose en su consumo promedio) y le enviará una factura para compensar lo que no se le cobró anteriormente. | La batería debe reemplazarse cada 10 o 20 años. |
Con el fin de detectar la manipulación o robo de electricidad, un empleado de la empresa debe analizar los datos durante un largo tiempo y determinar si existe un funcionamiento anormal. | Puede registrar y avisar automáticamente a la compañía de electricidad en caso de manipulación o robo del servicio. |
Este medidor no tiene manera de comunicar a la empresa si se presenta algún tipo de deficiencia o situación de emergencia con el servicio eléctrico. | Si hay un corte de luz, inmediatamente envía una notificación a la compañía eléctrica para informar que el suministro eléctrico se perdió. |
Como puede ver, los medidores inteligentes son mucho más eficientes para los proveedores de electricidad, ya que proporcionan información actualizada y pueden llevar a cabo tareas que antes requerían de la intervención de un empleado. Pero, ¿qué significa esto para usted, el consumidor?
Los períodos cortos entre las lecturas le permiten ver la cantidad de energía que consume, así como la hora y el lugar donde la utiliza. Por ejemplo, podrá ver cuánta energía usa mientras su casa está vacía y así determinar si hay una manera de reducir el consumo. Esto podría lograrse desenchufando aparatos y cargadores antes de salir de la casa o asegurándose de que todas las luces estén apagadas. También puede emplear esta información para determinar qué tipo de contrato adquirir con su compañía de electricidad.
Actualmente, algunas compañías ofrecen programas de “tiempo de uso”. Aunque todos son diferentes, lo usual es que el cliente pague una tarifa para ser parte del programa y después paga tarifas altas o bajas que dependen de su consumo de energía eléctrica. Los consumidores podrían aprovechar estos planes de diferentes formas, una de ellas es cargando una batería por la noche y utilizar la energía almacenada en esta durante el día. Por ejemplo, la empresa Carolina Power and Light ofrece un programa de tiempo de uso con un precio de suscripción de $ 9.85, una tarifa de 14.5 centavos por kilovatio-hora y otra de 2.9 centavos por kilovatio-hora. Si se considera capaz de ajustar su horario para que la mayoría de su consumo eléctrico se produzca durante las horas de poco consumo, puede ahorrarse una cantidad significativa de dinero.
También, el servicio al cliente será mucho más eficiente para aquellos con medidores inteligentes. Por ejemplo, la compañía eléctrica puede detectar si un cliente está teniendo más apagones de lo normal, o si su uso presenta alzas y bajas sin justificación aparente. Con los datos suministrados por el medidor, la empresa puede evaluar el problema, contactar al cliente (si es necesario) y manejar la situación de una manera más rápida que si estuvieran usando un medidor analógico.
Todos los datos son recopilados y analizados por el proveedor con el fin de comprender mejor los patrones de uso y mejorar el servicio a sus clientes. Sin embargo, esto genera preocupaciones por la privacidad. El análisis de los metadatos proporcionados por estos medidores inteligentes puede decir mucho sobre una persona a través de su uso de energía, como cuándo está en la casa e incluso en la parte en que se encuentra dependiendo de los aparatos que esté utilizando.
Afortunadamente, las empresas de electricidad respetan su privacidad y no se interesan por esos detalles. Con el fin de proporcionar el mejor servicio, estas compañías únicamente analizan la información y leen su medidor. También, cabe destacar que los datos transmitidos desde y hacia estos medidores están cifrados, lo que dificulta el acceso de terceros a la información sin su consentimiento.
El gobierno es quien elige quiénes pueden tener un medidor inteligente, y no las empresas o el consumidor. La legislación sobre quién los recibe varía según el estado. Por ejemplo, Pennsylvania requiere que todas las empresas de electricidad con más de 100.000 clientes los instalen, y no hay forma de que los consumidores decidan permanecer en un sistema analógico. Sin embargo, Texas permite a sus usuarios pagar una tarifa de $ 200 para dejar de utilizar este medidor.
En fin, si va a obtener un medidor inteligente pronto o sí ya lo tiene, ahora sabe que, afortunadamente, las ventajas superan a las desventajas, ya que estos medidores aseguran el ahorro de mucho dinero en sus facturas de electricidad.