En el mundo moderno, todos saben que una gran huella de carbono es perjudicial para el ambiente. Un conocido contribuyente de esta huella es viajar. Ya sea por auto o avión, cuando se queman combustibles fósiles, se hace daño al medio ambiente. Con frecuencia llenamos nuestros autos de gasolina, un recordatorio inmediato de nuestro impacto al conducir; sin embargo, la contribución de nuestro hogar a la huella de carbono es más fácil de olvidar. Cada año, el hogar estadounidense promedio genera 14 920 libras de CO2. Los hogares y las empresas representan el 12 % de las emisiones de gases de efecto invernadero de los Estados Unidos, lo que supone un aumento del 11 % desde 1990. Todo, desde encender las luces, bañarse, hasta el lugar donde ponemos nuestra basura, repercute en nuestra huella de carbono.
Es bastante claro que la electricidad que se utiliza aumenta la huella de carbono. Sin embargo, la manera en que se obtiene la electricidad puede cambiar el tamaño de la huella. Si la planta de energía que genera su electricidad quema combustibles fósiles, estará bombeando más emisiones perjudiciales en la atmósfera que si tuviera paneles solares en su techo o si obtuviera la energía de una granja eólica. Puede reducir sus emisiones con cosas como bombillas que ahorran electricidad, aislamiento adecuado y electrodomésticos eficientes a nivel energético.
Los electrodomésticos de su hogar también contribuyen bastante con su huella de carbono. Si son antiguos y consumen mucha energía, elevarán la facturación y la salida de emisiones. Los electrodomésticos más nuevos, en particular los certificados ENERGY STAR, reducirán el consumo de energía y las emisiones de carbono. Las instalaciones como hornos y calderas pueden realmente aumentar su huella de carbono, así que debe asegurarse de que sean tan eficientes como sea posible.
El uso de agua también contribuye con la huella de carbono más de lo que podría imaginar. Calentar el agua en su propio hogar consume energía y las plantas de tratamiento y purificación de aguas residuales también emiten químicos peligrosos que son perjudiciales para el medio ambiente. Para reducir dichas emisiones, puede instalar duchas de agua e inodoros que ahorren agua, así como cerrar el grifo mientras se cepilla los dientes.
Una manera fácil de reducir la huella de carbono de su hogar es el reciclaje. Los desechos que se tiran a la basura van a un vertedero a descomponerse, y esa descomposición libera carbono en la atmósfera. Lo anterior también significa que se deben hacer más de esos productos para satisfacer la demanda, lo que liberará todavía más carbono. Si todos esos desechos se pudieran reciclar, no se descompondrían ni liberarían carbono en la atmósfera, y podríamos ahorrar carbono de la creación de nuevos productos.
Si todos ponemos de nuestra parte para reducir la huella de carbono, estaremos dando un paso enorme para salvar al planeta.