Cuando se trata de ahorrar en la factura de electricidad, los pequeños cambios en el estilo de vida pueden hacer una gran diferencia. Por ello, no nos sorprende que muchas recomendaciones para ahorrar energía hayan calado en el conocimiento popular. Pero, ¿cuáles pueden de verdad ayudarlo a reducir la facturación por servicios eléctricos y cuáles son más molestia que beneficio?
1. Puede ahorrar energía si cocina en el horno microondas.
REALIDAD
La energía que se invierte en cocinar solo constituye el 2 % de la factura de electricidad de un hogar promedio, pero usar el microondas en lugar del horno o la estufa puede reducir un gran porcentaje de ese costo. Los microondas son más rápidos, usan menos energía y son particularmente útiles en el verano, pues no calientan de más la cocina, lo que obligaría al aire acondicionado a trabajar más de lo usual. El horno microondas no solo ahorra tiempo, sino que las frutas y vegetales retienen más nutrientes que cuando se cocinan de la manera tradicional. Si bien es posible que las comidas que se cocinan en el microondas no sepan tan bien, es más fácil de usar que la estufa para tareas pequeñas como calentar vegetales congelados o derretir la mantequilla.
2. Es más barato usar los electrodomésticos de noche que durante el día.
EN SU MAYORÍA, FICCIÓN
Si está suscrito a un programa que le da electricidad con descuentos en horas que no son pico, es ventajoso realizar todas las actividades que consuman energía de una sola vez durante ese momento del día (que con frecuencia es por la noche o los fines de semana). Sin embargo, la mayoría de las personas reciben energía con tarifas estándares, en cuyo caso cuesta lo mismo sin importar cuándo la use; sus electrodomésticos usarán la misma cantidad de electricidad durante el día que durante la noche. Así que, a menos que tenga un descuento en horas que no son pico, esperar hasta la noche para hacer la lavandería es una buena excusa para procrastinar, pero no tiene ningún beneficio adicional.
3. Es más eficaz usar calentadores eléctricos en las habitaciones ocupadas que encender el sistema de calefacción de toda la casa.
FICCIÓN
En realidad, los calentadores eléctricos son una de las maneras menos eficientes de calentar un espacio. Usan demasiada energía, por lo que sería más económico calentar toda la casa con el sistema de calefacción que calentar una o dos habitaciones con un calentador eléctrico. Si le preocupa recibir una factura muy elevada por efectos de calefacción, revise algunos de estos consejos para ahorrar energía durante el invierno.
4. Mientras la calefacción esté encendida, debe cerrar los respiraderos en las habitaciones desocupadas para ahorrar energía.
FICCIÓN
Si bien este consejo parece tener sentido, no toma en cuenta cómo funciona el sistema de calefacción en realidad.
Las calderas miden cuánto calor se debe producir de acuerdo con el conducto, no según la cantidad real de habitaciones de la casa. Aunque se cierren los respiraderos en las habitaciones desocupadas, el calentador producirá el mismo calor porque los conductos son los mismos. De hecho, aumentará la presión de aire y desequilibrará todo el sistema, haciendo que el calentador trabaje más de lo que requiere.
5. Se puede ahorrar agua si se lavan los platos a mano en lugar de ponerlos en el lavaplatos.
FICCIÓN
Lavar una carga de platos a mano utiliza más agua caliente que el lavaplatos, en especial ahora que la mayoría de los electrodomésticos del hogar cuentan con configuraciones para el ahorro de energía. Si lava los platos a mano, es mejor llenar un balde con agua caliente y jabonosa, en lugar de mantener el grifo abierto todo el tiempo.
6. Es mejor mantener las puertas internas de la casa cerradas cuando la calefacción esté encendida.
REALIDAD
El sistema de calefacción funciona mediante corriente de convección. Esto significa que el aire circula en la habitación; sube cuando está caliente y desciende conforme se enfría. El aire al nivel del piso se vuelve a calentar, lo cual inicia el ciclo nuevamente. Al cerrar la puerta, este ciclo de aire caliente se mantiene dentro de un espacio limitado, lo cual es más eficiente que dispersarlo por la casa.
7. Usar salvapantalla en la computadora ahorra energía.
FICCIÓN
Aunque un salvapantalla puede parecer lo mismo que la configuración de suspensión de la computadora, en realidad es un programa diferente que usa energía de manera constante mientras se ejecuta. Si va a descansar un poco de la computadora, es mejor dejar que se vaya al modo de suspensión o apagar el monitor (si es una computadora de escritorio). Además, si no va a usar la computadora durante toda la noche, apáguela por completo, ya que hasta en el modo de suspensión utiliza una cantidad de energía importante.
8. Con frecuencia, encender y apagar los artículos electrónicos utiliza más energía que solo mantenerlos encendidos.
FICCIÓN
Es posible que esto fuera verdad cuando las computadoras eran dispositivos enormes y difíciles de manejar, y usaban cantidades de energía muy grandes para encender, pero esos tiempos ya pasaron y la eficiencia energética se ha convertido en una preocupación principal de la industria. La energía utilizada para encender un dispositivo es mínima en comparación con el drenaje constante mientras está en uso, incluso en modo de suspensión. Por tales razones, es mejor para efectos de la factura eléctrica apagar los artefactos electrónicos cuando termine de usarlos.
9. Usar la chimenea es una buena manera de mantenerse caliente en el invierno.
FICCIÓN
Con el fin de encender una fogata de manera segura, debe también abrir la compuerta de la chimenea para que el humo y los gases tóxicos puedan salir. Infortunadamente, esto también significa que el aire frío de fuera entrará en su hogar. Si bien puede ser agradable acurrucarse cerca del fuego, el resto de la casa se pondrá más fría y el sistema de calefacción tendrá que trabajar con más fuerza para compensar lo que es, en esencia, una ventana abierta que deja que el calor salga de la casa.
10. Mantener el calor bajo mientras no esté en casa en lugar de apagarlo ahorrará energía.
ES COMPLICADO
Los expertos tienen opiniones diferentes al respecto. El consenso general es que lo mejor es apagar el sistema de calefacción cuando no esté en casa durante períodos largos. Sin embargo, uno de los argumentos en contra es que apagar la calefacción hace que la condensación se acumule en las paredes. Debido a que el material húmedo es mejor conductor que el seco, esta condensación permitirá que el calor se escape más rápido que si hubiera dejado la calefacción encendida en un nivel bajo todo el tiempo. Este consejo produce resultados combinados que dependen del clima, la humedad, los tipos de materiales de los que está hecha la casa y el grosor de las paredes. Si le inquieta el desperdicio de calor, pruebe ambas opciones y vea cuál funciona mejor en su hogar.
Después de desenmascarar algunos de estos mitos sobre el ahorro de energía, cuenta con más herramientas para ahorrar dinero en su próxima factura de electricidad.