Hoy en día, en el mercado existen tres tipos de termostatos: analógicos, programables e inteligentes. El termostato analógico debe ajustarse a mano siempre que desee cambiar la temperatura. El termostato programable se puede ajustar para cambiar la temperatura en diferentes momentos del día, como cuando trabaja o duerme por la noche), y es compatible con Wi-Fi. El termostato inteligente es por mucho el más adaptable debido a que los mejores modelos tienen conexión Wi-Fi y son capaces de aprender sus preferencias. Los beneficios de los termostatos inteligentes y programables sobre los analógicos son obvios pues permiten disfrutar de diferentes niveles del moderno método “configurar y olvidar” en la climatización en el hogar. ¿Cuáles son los beneficios de un termostato inteligente sobre uno programable?
Termostato programable
En esencia, un termostato programable es un termostato analógico que le permite ajustar los cambios de temperatura para que no tenga que hacerlo de forma manual. Algunos modelos ofrecen funciones diferentes, pero todos son de características similares. Puede programar el termostato para un ciclo de siete días ya que es muy posible que sus hábitos no sean similares entre semana y los fines de semana. Cada día permite un cierto número de periodos de tiempo (alrededor de cuatro) que puede configurar y programar. Por ejemplo, en la noche puede establecer la temperatura en 68 grados, después en 70 grados el tiempo que pasa en casa en la mañana, luego en 76 grados (en épocas calientes) mientras trabaja y finalmente de nuevo en 70 grados cuando llega a casa en la noche antes de ir a dormir. La mayoría de los termostatos programables modernos también son compatibles con Wi-Fi de manera que podrá cambiar esta configuración desde su smartphone, tablet o computadora.
Termostatos inteligentes
Un termostato inteligente puede ofrecer un número sorprendente de funciones que le ayudarán a mantener su hogar a la temperatura exacta que desee, le ahorrará dinero en su factura energética y lo ayudará a ahorrar energía. Una vez que instale el termostato inteligente, este registrará cuando usted sube o baja la temperatura y memorizará la forma en que usted lo programe para que los ajustes se realicen de forma automática. Por ejemplo, un termostato inteligente puede enfriar su casa antes que despierte si desea que esté en 70 grados cuando se levanta a las 7:30 a. m. Mientras que el termostato memoriza sus preferencias, podrá utilizar el Wi-Fi para ajustar la configuración de la temperatura desde su smartphone, tablet o computadora. Un termostato inteligente también le puede mostrar el consumo de energía en tiempo real, incluso en costo de consumo. Puede acceder a estos datos desde las aplicaciones que le permiten controlar y cambiar la temperatura de forma remota. En términos de ahorro de energía, un termostato inteligente puede recomendarle el método más eficiente para calentar o enfriar su hogar, el cual no es subir y bajar la temperatura por completo cuando lo desee. Ciertos termostatos inteligentes incluso pueden realizar ajustes en las condiciones ambientales, como controlar el nivel de humedad o enfriar la cocina cuando se utiliza el horno.
Al momento de elegir un termostato inteligente sobre uno programable, todas estas funciones pueden sonar un poco complejas y difíciles de configurar, pero en realidad se pueden realizar con un poco más de esfuerzo. Si es bastante meticuloso como para programar la temperatura de su termostato para que consuma poca energía cuando no está en casa, no ahorrará mucho dinero si cambia a un termostato inteligente. Aunque un termostato programable no ajustará la humedad del ambiente o el calor que produzca un horno, en cualquier caso siempre puede cambiar la configuración de la temperatura de forma manual.
Antes de comprar un termostato inteligente, considere si este hará que la regulación de la temperatura de su hogar sea más eficiente en términos de ahorro de energía y dinero. Primero, ¿en cuánto tiempo podrá cancelar la inversión inicial mediante ahorros en su factura energética? Los termostatos inteligentes pueden costar al menos $200. Este precio puede incrementarse mucho según el modelo y algunos incluso requieren que la instalación la realice un profesional. Con un termostato inteligente puede ahorrar hasta $180 por año, pero solo en circunstancias extremas. Si el cambio es de un termostato programable o analógico bien regulado a uno inteligente, los ahorros serán mucho menores. Segundo, ¿necesita todas las ventajas que le ofrece el termostato inteligente? Si usted ya es bien organizado en términos de uso de la energía en el hogar, no ahorrará mucho dinero o energía si cambia a un termostato que hará algo que usted ya hace. Sin embargo, será capaz de darle un enfoque más discreto al termostato. Tercero, ¿cuánto tiempo usará el termostato inteligente? Si debe alquilar o planea mudarse pronto, la única forma en que lo beneficiará un termostato inteligente es llevárselo cuando se mude. De otra manera, gastará una cantidad significativa de dinero que nunca recuperará.
En última instancia, los termostatos inteligentes se toman la molestia de caminar por la cuerda floja de la comodidad y la eficiencia energética en su hogar. Si está dispuesto a invertir un poco de esfuerzo adicional en manejar un termostato programable o analógico, con seguridad no necesita uno inteligente. Si es de los que prefieren instalar un termostato y olvidarse de este una vez que memorice sus preferencias; y además, no le importa gastar un poco más de dinero, el termostato inteligente es para usted.